miércoles, 4 de julio de 2012

pragmatismo y bi-polares

El pragmatismo habla del valor práctico que se le da a las cosas... una persona pragmática será denominada entonces como una persona práctica en cuanto a la actitud u opinión hacia las cosas.

Sin embargo, desde el punto de vista de la teoría pragmática, es aquella persona que relaciona lo que se hace, con la persona que lo hace.

La Bipolaridad es un trastorno en la bioquímica del cerebro, que se caracteriza por el cambio brusco en el estado de humor de la persona que lo padece, donde se presentan picos de euforia o depresión que pueden llevar a conductas limites. Se le suele relacionar con los trastornos psicopáticos de la maniaco-depresión.

En la fase maníaca o de euforia, se presentan síntomas como hiperactividad nerviosa o agresividad, estado de ánimo alto, aumento de la energía, pensamientos impulsivos, poco sueño, delirios de grandeza, poco control del temperamento, comportamientos imprudentes dados por una autoestima elevada falsa, promiscuidad sexual y tendencia a la distracción.

En la fase depresiva, se da una dificultad para concentrarse en las cosas, pérdida de apetito, de peso, de actividad sexual, fatiga, tristeza permanente, problemas de sueño (o duerme demasiado o no puede dormir) pensamientos suicidas autoestima baja, apatía ante todo, aislamiento.

En ambas fases la persona suele abusar del alcohol o las drogas como método de control de sus picos, lo cual tiende a empeorar los síntomas.

Si una persona conocida presenta este tipo de conducta, podría estar padeciendo un trastorno bipolar, si observas que sus conductas y actitudes son más usuales de lo normal, no como lo podría presentar cualquier persona en algún momento por una noticia o situación dada, sino que es continua o exagerada.

Pero ojo, sólo un especialista puede diagnosticarlo, pues existen situaciones que pueden llevar a una persona a comportamientos parecidos a los síntomas que lo caracterizan, y no necesariamente ser bipolaridad o un trastorno psicótico como tal, por lo que, o bien le aconsejas a esa persona que vaya al especialista, o se lo haces saber a alguien de confianza o familiar. Y te aconsejo que trates de NO nombrar la palabra bipolar, expón las conductas atípicas que veas en esa persona, y muestra y/o demuestra cómo y cuándo las tiene, porque el exponer un diagnóstico a priori podría más bien lograr que la persona se aleje y no busque ayuda.

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